Por qué y cómo establecer límites a mis hijos?
El tema de poner límites en nuestros niños puede ser un tema un tanto contradictorio, ya que para muchos es difícil tomar una postura neutra en cuanto al tema. Es importante no confundir firmeza con agresividad o violencia. Para formar niños/as sanos debemos evitar a toda costa los gritos y los golpes.
Cuando establecemos límites claros, firmes y constantes en casa, estamos ayudando a nuestros hijos adaptarse a la sociedad, la cual está regida por un conjunto de normas y reglas que nos guían como parte de ella. Esto les permite saber lo que es correcto o no y lo que los demás esperan de ellos.
Los límites se establecen de acuerdo con la edad del niño/a y su nivel de comprensión o madurez.
Siempre debemos mostrar una actitud firme y a la vez tranquila ante cualquier situación, analizarnos y evitar dejarnos llevar por el enojo.
Cuando ponemos límites ayudamos a nuestros hijos a hacerse responsable de las consecuencias de su conducta, a manejar conflictos y tolerar la frustración.
Los límites dejan de funcionar cuando son pocos claros o van de acorde al estado emocional en el que te encuentres en el momento, ya que el niño percibe inconstancia lo que puede generar inseguridad en ellos. Un punto importante es que ambos padres estén de acuerdo con tales límites, los lleven a cabo y nunca sean motivo de discusión entre ellos. Deben ser congruente en lo que digan, la postura, el lenguaje corporal debe ser acorde con tu tono de voz y el mensaje que quieras transmitir, mantenido contacto visual con el niño.
Habla siempre con firmeza y seguridad, sin dar explicaciones o justificar tus órdenes. Mostrando confianza y seguridad en ti mismo y lo que dices, con un lenguaje apropiado que el niño entienda.
Asegúrate de que haya entendido y nunca olvides recompensarlo por sus logros.